miércoles, 30 de abril de 2014

La Pompeya de los tontos


Hay ciertas cosas que ocurren con frecuencia en Arqueología y una de ellas es el hallazgo de la Tumba de Alejandro Magno. Esta sí. La de verdad. En tiempos recientes ha ocurrido, por ejemplo, en 1995, cuando se dijo haber encontrado dicho mausoleo en el Oasis de Siwa, pero ahora estamos en racha: en los últimos dos años ya se han excavado varias tumbas de Alejandro, como la hallada en Anfípolis (Macedonia, Grecia) en el verano de 2013 o la que parece haber sido encontrada este mismo mes en plena Alejandría. Aquí hay Tumbas de Alejandro para dar y regalar y, mientras tanto, la casa sin barrer. Cosas de la sensacionalitis extrema, una enfermedad que cada vez nos golpea con más fuerza. Se puede hacer divulgación sin faltar a la verdad pese a que todavía, en el mundo del periodismo cultural, no se entienda. Baste recordar, ya que hablamos del bueno de Alex, el ensayo divulgativo "La Tumba de Alejandro" de Valerio Massimo Manfredi, que recomiendo encarecidamente.

Otra de las frases más manidas del periodismo arqueológico, y que a más de uno nos hacen tirarnos de los pelos, es la famosa "hallada la Pompeya de (término a elegir)". De este modo tenemos la Pompeya ibérica (?), la Pompeya de los dinosaurios chinos, la Pompeya de los microbios en momias, la Pompeya de la Primera Guerra Mundial, etc., y así podríamos seguir en una infinita serie de desafortunadas comparaciones. Si encontramos un yacimiento y queremos que salga publicado en prensa debe ser o el primero, o el más grande, o una de las mil pompeyas que debe tener cada periodo histórico. Si no, no vale nada.

Hemos llegado así a un punto de arbitrariedad en el que todo vale, y si llama la atención de forma simplona y fantasiosa mucho mejor. Obviamente, jugar con fuego quema y todo son risas hasta que alguien pierde un ojo. De este modo, el prestigioso canal National Geographic Channel (NGC) ya está caminando sobre terreno terriblemente pantanoso con programas como "A la caza del tesoro" que rompe todas las leyes habidas y por haber de Patrimonio, o el vergonzoso "Nazi War Diggers", que finalmente ha sido retirado de la parrilla del canal por las intensas presiones que ha sufrido desde la arqueología científica. Y menos mal. Tratar los restos de personas como una atracción de feria no parece lo más adecuado.

En la televisión española quiero creer que no nos estamos dejando llevar por ese extremo sensacionalista pero, en ocasiones, la realidad te da de bruces en la cara. Sí. Tenemos que nombrar a Cuarto Milenio. Hay que reconocer que en las últimas temporadas -quizás por la asociación cada vez más estrecha con Nacho Ares- el programa está incluyendo reportajes de arqueología que de verdad contribuyen a una divulgación de cierta calidad y a la reivindicación de la arqueología como ciencia. Baste recordar, por ejemplo, este pequeño espacio dedicado a las Momias de Quinto de Ebro. Sin embargo, siguen quedando todavía muchas trazas de la arqueología fantástica que sólo consiguen distorsionar más el trabajo científico, como hemos visto este fin de semana con el desafortunado reportaje dedicado a una estela prerromana del Casar de Cáceres y titulado "El mensaje del extraterrestre". En él un supuesto "epigrafista prestigioso" nos mostraba en directo una serie de asociaciones mentales completamente erróneas que le llevan a determinar que un grabado en una estela representa a un extraterrestre.

¿Por qué el equipo de Iker no se ha molestado en contrastar esa información preguntando a catedráticos de filología y arqueología?  No lo sabemos muy bien. Quizás por miedo a que les desmonten esta fantástica teoría y por su comprensible añoranza a todo lo que suene a OVNI. Que está muy bien, no me meto con ello, sólo pido que se investigue con rigor.

¿Deben las cámaras y las ávidas plumas de los periodistas desaparecer del mundo de la arqueología y el patrimonio? De ninguna forma. Es más, creo que se debería potenciar la entrada de los medios de comunicación a las entrañas de nuestro trabajo y quizás así se comenzara a mostrar una arqueología más real, no exenta por ello de misterios y atractivo. Mientras no nos demos cuenta de que el rechazo del sensacionalismo se potencia, precisamente, desde la transparencia total de nuestro trabajo, seguiremos creando, si queréis, otra nueva pompeya, la "Pompeya de los tontos" donde, siguiendo el mito, la gente ha quedado paralizada en el tiempo, estupefacta y fascinada, ante las maravillas inventadas de una arqueología que no existe.

jueves, 10 de abril de 2014

Fotogrametría + Imágenes de internet. Nuevas posibilidades.

Internet es actualmente una inmensísima base de datos que se enriquece cada hora, cada minuto, con ingente cantidad de información creada por usuarios o máquinas. ¿Cuántas personas habrá ahora mismo delante de la Catedral de Notre-Dame de París fotografiándola? ¿Cuántas estarán subiendo también a internet (Facebook, Google +, Flickr, Instagram, etc.) esas mismas imágenes? ¿Cuántas imágenes de esta catedral se subirán en un año a Internet? Hay quien se ha preguntado, a raíz de esto, si sería posible obtener información geométrica gracias a estas imágenes y a un software de fotogrametría SFM. La respuesta, como pudieron comprobar, fue positiva. 

Nube de puntos del Foro Romano obtenida a partir de imágenes de internet y su procesado en un software de fotogrametría SFM. Tiene un aire a sugerente acuarela...

Surge así el proyecto "BigSFM: Reconstructing the World from Internet Photos", con un objetivo muy ambicioso: contruir un modelo 3D del mundo a partir de colecciones online de fotos. La investigación de este grupo de ingenieros se centra, sobre todo en el reconocimiento de localizaciones, la correlación de puntos entre imágenes y la optimización de la fotogrametría SFM (structure from motion), caracterizada por el automatismo y la no necesidad de calibración de cámaras.

El software que usan para crear las inmensas nubes de puntos que llevan a cabo es Bundler, un programa de fotogrametría SFM open source desarrollado por Noah Snavely que podéis encontrar aquí (https://www.cs.cornell.edu/~snavely/bundler/).



Gracias a este trabajo han conseguido construir un algoritmo de fotogrametría SFM que permite detectar puntos afines en millares de fotografías (el modelo de la Fontana de Trevi, por ejemplo, está realizado a partir de 1936 imágenes), reconstruir una nube de puntos correcta a partir de ellas y desarrollar un sistema de actualización automática de estas nubes con el añadido de nuevas fotografías.

¿Qué nos puede aportar esto al estudio del patrimonio y a la arqueología? Las puertas que se abren son muchas:

  • Se demuestran las posibilidades de la fotogrametría llevada a cabo a partir de fotografías de archivo o antiguas que en ningún caso se pensaron para realizar un modelo tridimensional.
  • Esto permitirá, en un futuro, recuperar información 3D que creíamos perdida de monumentos destruidos, por ejemplo, por la guerra. 
  • Nos posibilitará también reconstruir de forma semi-automática yacimientos y excavaciones antiguas para plantear hipótesis con más información sobre la mesa.



Obviamente, este tipo de fotogrametría tiene problemas: en muchas ocasiones no se van a alinear todas las imágenes por motivos de luz o grandes deformaciones de enfoque; se van a obtener modelos que en muchos casos no van a ser perfectos pues es probable que algunas zonas del objeto queden en sombra, es decir, que no salgan en ninguna imagen y por lo tanto no puedan ser reconstruidas; y debemos cotejar las nubes creadas con toda la información que dispongamos para asegurarnos de que no tiene deformaciones o errores graves de geometría.

Aquí podéis ver un ejemplo de este tipo de fotogrametría realizado a partir de unas fotografías de excavación tomadas por Raúl Balsera:



Actualmente estamos a la espera de que se publique en la revista VAR (Virtual Archaeology Review) un artículo sobre la fotogrametría realizada a partir de fotografías de archivo que hemos escrito entre unos cuantos compañeros de profesión y que, esperamos, sirva para dar más luz sobre esta técnica tan poco trabajada y tan llena de posibilidades.

Más información: Building Rome in a Day; Photo Tourism; BigSFM (desde esta web se pueden descargar grandes nubes de puntos de Roma, París, etc.); El archivo fotográfico como fuente para la reconstrucción tridimensional.